A lo largo de nuestra vida, nos enfrentaremos con situaciones o circunstancias que nos desestabilicen emocionalmente, que generen un gran malestar en nuestro entorno o que se nos hagan cuesta arriba aspectos que, anteriormente, no nos suponía ningún problema.

Ante todo lo descrito te expreso que es normal ya que es inevitable que nos tengamos que enfrentar a momentos duros, situaciones complicadas, etc.

Sin embargo, si te encuentras leyendo esto es que has decidido buscar opciones o alternativas para cambiar aquello que te genera tanto malestar. En primer lugar, quiero alabar tu esfuerzo y tu valentía ya que, socialmente, nos han dicho que pedir ayuda es un gesto de debilidad cuando, en realidad, es algo normal e importante ya que necesitamos la ayuda de los otros.

Te ofrezco un espacio de confianza, aceptación, cariño y comprensión para que puedas abrirte a ti mismo/a y poder superar aquello que te está sucediendo.

¿Cómo trabajamos con adultos en terapia?

En nuestra primera sesión nos conoceremos, me contarás un poco sobre la situación que estás viviendo para poder plantear algunos objetivos en caso de que desees comenzar un proceso de terapia.

Pero, la principal finalidad que tiene realmente es que me conozcas y veas si te transmito confianza y sientes que puedes abrirte conmigo. Ya te adelanto que te ofreceré un espacio de absoluta confianza orientado a escuchar y no juzgar en ningún momento pero eres tú quien tiene que decidir si te encuentras cómodo/a.

Mi trabajo no consistirá en llevarte hacia el camino por el que tienes que coger, sino que estaré junto a ti buscando guiarte y que seas el principal protagonista de tu proceso. Tú eres quien realmente te conoces (aunque a veces puedas sentirte tan lejos de ti mismo/a) y serás tú quien decida aquello que realmente necesitas.

Empleo diversos enfoques de la psicología, buscando que el camino que emprendamos sea totalmente individualizado y adaptado por completo a ti. Sí que debo reconocerte que pienso que las emociones son una parte importante en nosotros y que, en la mayoría de mis procesos, me centro mucho en trabajarlas para ayudaros a una mejor gestión.

Si eres de los que son alérgicos a las emociones, que no te gusta hablar de ellas o que incluso las temes, por favor, no te vayas. Te puedo ayudar a encontrarte con una parte de ti tan enriquecedora como importante.
Hay quien me ha dicho que este trabajo emocional ha sido como “ver el mundo con otros colores”.